Holi !!!! c:

Ansiosa nerviosa y con un mochila de un peso considerable, hay esta yo, esperando para el primer día de una “nueva etapa” llamado por muchos,  pero simplemente llamada “secundaria” por su protagonistas. Esperando que el elaborado acto diera su fin para pasar a la cual sería mi nueva aula así elegir un banco y poder deshacerme de este peso en mis hombros por unos momentos.

Así paso no más dar el fin del acto todos se abalanzaron a sus salones. Eligiendo un banco al azar me senté cerca de  los cuales serían mis nuevos mejores amigos con algunas charlas y risas de promedio y comentarios reparando mus poco en lo lógico fuimos formando una amista.

 

Un mes pasó sin muchas novedades tareas, fiestas, problemas por aquí o por allá pero nada con lo que no pudiera tratar. Un determinado día  en un receso mis amigos tuvieron la brillante idea de arrástrame  a conocer a sus amigos mayores. Con timidez accedí sin saber que pasaría. Para mi sorpresa eran muy amables tres de ellos se presentaron a lo cual respondí con el mismo gesto. De repente mis amigos se quedaron quietos por unos segundos luego volvieron a hablar pero mirándome de reojo  de pronto sentí unas manos en mis hombros y un grito lo cual me hiso saltar y voltearme encontrándome con un chico exageradamente alto riendo de una manera sutil. Desprendía un aire de soberbia  y autosuficiencia que solo podría compararse son su altura, rasgos simples pero tranquilos estaban instalados en su rostro, cabellos enrulados, “un rarito” diría mi mejor amiga. Desperté cuando este desconocido se disculpó con la excusa de que no pudo evitarlo se presentó yo hice lo mismo

 

Pasaron los días después de ese extraño pero agradable recreo, estaba acostumbrada a no hacer nada cuando mi corazón quería al más allá de lo materia cuando quería el amor de una persona por causa de malas experiencia vividas anteriormente.

Este chico y  yo formamos una amistad basada en el aprecio y en el odio monetario, digamos que nos fascinaba discutir puntos de vista aunque si terminara de mala manera el día siguiente todo estaba arreglado. Así pasaron dos años en los cuales yo no decía nada y tampoco tenía intención de hacerlo no iba a sacrificar una amistad llena de chistes, sustos, peleas, cumpleaños y problemas estúpidos con respuestas absurdamente lógicas, por unos sentimientos causados por desestabilización de hormonas, sin embargo ese sentimiento seguía oculto en el olvido, encerrado en lo más profundo de mi ser. Llego el día de despedirme de cada uno de ellos, sabía que los iba a extrañar pero ese sentimiento de orgullo y tristeza era extrañamente fascinante a mi parecer dado que no entendía como en dos simples años uno pares de chicos podía haberse colado en mi corazón tan rápido como ellos. Despidiéndome sin el menos rencor a la situación, camine a la salida de ese acto volteándome una vez para ver a los que fueron y son mis “amigos grandes” por última vez en ese lugar. Regrese a mi casa donde mis tres mejores amigos  fueron invitados para celebrar otro año que pasaríamos juntos.

 

Fin